Pues sí, aunque nunca pensé que esto podría llegar, he tenido la oportunidad de participar en la 77 Feria del Libro de Madrid, y esto se lo tengo que agradecer a la librería La Carreta que me ha dado la oportunidad de participar junto a ella en esta gran feria madrileña.
Empecemos por el principio, la Feria del Libro de Madrid de 2018 tuvo lugar entre los días 29 de mayo y 7 de mayo bajo el lema Leer para saber. Contó en su desarrollo con 363 casetas y más de 350 entidades participantes, y como siempre con multitud de eventos. En esta edición el cartel fue diseñado por Paula Bonet que con su ilustración en la que hace alusión a varias literatas, quiso dar visibilidad a la mujer en el mundo del libro.
Ahora que ya os he contado un poquito de la feria en sí, paso a narraros mi aventura. Lo primero que quiero decir es que los nervios eran grandes pero aún lo era más la ilusión. Pues bien, como ya os he dicho mi participación se debe a mi librería de toda la vida, que tras haberle presentado mi primer trabajo editorial, comenzó a ofrecerme eventos en los que participar. El primero de ellos fue La Feria de Comercios Mágicos de Coslada (si queréis saber más, visitar la noticia La Montaña de Aramut en la Feria Comercios Mágicos de Coslada). Tras esta, y con la Feria del Libro a punto de celebrarse, me llamó y me preguntó si quería participar. Emocionada, por supuesto acepté.
Temblando como un flan, llegué a los Jardines del Buen Retiro, y andando casi por inercia caminé hasta la caseta. Mis libros estaban allí, pero me dieron la oportunidad de colocarlos de la forma que prefiriera. Debo decir que el hecho de hacerlo me tranquilizó, no por como estructurarlos, sino por empezar con una actividad que no es exactamente para la que estaba preparada. Colgaron los carteles que había preparado para la ocasión, soy diseñadora gráfica pero eso os lo cuento otro día, y todo empezó.
La feria, a pesar de que habían sido unos días lluviosos, tenía una buena participación, o al menos así me lo pareció a mí. Fueron muchos los que se pasaron por la caseta, interesados en varios de los libros que ofrecían, pero pasó algo que no podía creer, algunos se interesaron por mis libros. Imaginad los nervios, la ilusión, pensaba que el corazón se me iba a salir del pecho. De estos que se interesaron, algunos lo compraron, en serio, no podía creerlo.
Por supuesto, fueron muchos los amigos y familia que se pasaron a verme. Fue una experiencia especial. Conocí a varios escritores allí, y pude ver en persona a esos lectores ávidos de libros. Porque sí, tengo la firme creencia que lo más importante en un libro son sus lectores, el escritor es una mera herramienta para aquellos que dan vida a las letras.
Podría seguir contando lo emocionada que estaba o lo interesante que fue, pero creo que ya os he dado mucho la lata. Solo deciros algo más, seguir dando vida a los libros, a esta gran feria de Madrid. Conoced a nuevos escritores y dad la oportunidad a aquellos que no están en el circuito convencional, es posible que os llevéis una grata sorpresa.